domingo, 22 de diciembre de 2013

HAY FRÍO AFUERA...

Hay frío afuera,
dice la voz de mi viejo;
mientras coloco el fósforo encendido
en la vela de la corona.


Hay frío afuera, 
dice mi viejo; 
mientras una taza de café
le espera.


Veo la llama de la vela,
bailando con las sombras, 
suspiro en silencio y 
una lágrima apaga aquel fuego.


Hay frío afuera, 
menciona mi viejo. 
Yo estoy llorando sobre la vela,
estoy llorando al no verte.


Escucho los pasos 
de mi viejo
venir rumbo a mí.
Vergüenza de corazón roto, 
cascada de lágrimas;
hay frío afuera, 
menciona mi viejo…

Mi mano limpia 
el fruto de tu ausencia.


El árbol se mira
galante y el nacimiento 
guarda la esperanza 
del redentor.


Hay frío afuera, 
pero, está nevando en mi alma,  
alma que llora 
la ausencia de tus labios.

Ya volverá hijo mío,
dice mi viejo, 
aguarda y confía 
en su retorno. 
Mientras regresa a la mesa
y se escapa de mi mundo.


Hay frío afuera
y más fríos están mis brazos
al no poder abrazarte.


Hay frío afuera
amor mío, con este frío
espero en tu ausencia.  

martes, 3 de diciembre de 2013

En tiempos de adviento...

En este tiempo de adviento, de espera; se puede dedicar tiempo para meditar. Analizar por ejemplo lo bueno y lo malo realizado durante el año, quitar costras y limar asperezas, pedir perdón a alguien. Cosas así. Una de las cosas que he aprendido, observando y haciendo a la vez, es decirle a las personas que son cercanas a mí, lo importante que son, aunque es raro, me da un poco de timidez decirle a mis papas esos sentimientos. Ellos que son las únicas personas que se encuentran a mi lado en todo momento.

Hay muchas personas que esperan hasta verlo a uno en el cajón para decir los sentimientos que despertaron o que marcaron en nuestra vida. Hoy quiero en este texto dedicado a ese compartir emociones, compartirles con ustedes algunos momentos hermosos de mi vida. Por ejemplo, las tardes en que mi madre y yo mirábamos televisión en un viejo aparato de blanco y negro al que solo le entraban 13 canales. Las mañanas de domingo o sábados por la tarde que compartí con mi padre en la cancha de la colonia Minerva. A ella le debo la vida y a él le debo las lecciones de amor más grandes que he recibido. Quiero agradecerle a aquel maestro que en el básico me obligó a leer despertando uno de los vicios más bellos que tengo en este momento, la lectura. Agradecerle al padre salesiano, aquel salvadoreño creído para algunos y que confío en mí para dirigir los equipos de fútbol del Liceo Guatemala. A mi guía de artes marciales, ese ser misterioso que para muchos es un gran huracán de fuerza, pero a la vez es una lluvia de sabiduría ancestral.

Por distintas situaciones he conocido y compartido con mucha gente este año, celebrando a la patrona de Xela y al Señor de San Nicolás. A mis hermanos de junta directiva, agradecerles ese hermanamiento permanente, esa palanca de confianza que me han dado y esos momentos memorables que hemos vivido al lado del jefe. A mis señoras de la asociación de la patrona, agradecerles cada momento que vivimos este año con los festejos. Muchas lecciones y muchos recuerdos que se lleva este 2013.

Luego claro está, agradecerle a ella. Has estado conmigo ya casi cuatro años de mi vida. Me has enseñado cada día lo hermoso que es poder ser testigo de la vida de una persona, estar en sus alegrías y tristezas. Me has enseñado a bailar, me has enseñado a escuchar y a ser paciente. Despertaste en mí el gusto extraño por aquel café que lleva chocolate. Tomarte de la mano es una gran bendición. Creo que todos los que nos conocen y han compartido con nosotros, son testigos del amor que te profeso. Una sonrisa tuya basta para continuar luchando día a día en este mundo. Sabes que viajo cada ocho días a luchar por conseguir un sueño y sin tu apoyo, sin tu comprensión, nada de esto sería posible. Mis logros en los últimos tres años y tantos meses llevan tu nombre y apellido y han sido alcanzados sobre todo, por tu presencia, tu apoyo y tu amor. La alegría de mis ojos no existiera sin tu mirada. Eres ese pequeño secreto que me ha levantado de la fosa en donde estuve deambulando unos meses. Gracias. Gracias por existir y darme el privilegio de poder ser testigo de tu vida, acompañante de tus pasos, tu pareja de baile y sobre todo, de ser tu novio.


El mejor regalo de navidad sin duda, es un buen abrazo. Si usted que se ha tomado el tiempo de leer esto, tiene una persona especial, dígale lo que siente, cuéntele y ábrele tu corazón. No espere que pase una desgracia, una tragedia. Valore a las personas que lo quieren, cuídelas y no les haga daño guardando secretos y midiendo tiempo para estar con ellas. Ante todo la familia, ante todo el amor. Demuéstralo y que sea la primera vela de la corona que espera al redentor. Abra su corazón y diga sus sentimientos a las personas que valora. No cometa necedades que hacen daño y sobre todo, haga feliz a las personas que tiene que hacer feliz. Un “te quiero” o un “te amo”, pueden ser un grato recuerdo en un velorio, un sentimiento de haber dicho la verdad y no de gritarlo sobre una caja que guarda el cuerpo de alguien que no podrá responderle con beso o un abrazo. Piénselo y desde ya, pase una feliz navidad. 

sábado, 28 de septiembre de 2013

Duerme al hijo.


Desde que me acuerdo,
ella siempre lo lleva en brazos,
con especial ternura
mi Señora, lo muestra
durmiendo y suspirando.

Niño redentor,
parece caerse de lado,
ella sujeta con ternura
la sandalia que usa
el pescador de almas,
el redentor del calvario…

Y es que desde que recuerdo,
ella lo lleva en brazos,
un niño dormido,
un varón de dolores,
un hijo cansado al fin de cuentas,
lo sujeta con ternura,
lo duerme entre sus manos,
lo consuela con sus ojos…

Desde que recuerdo,
ella nos sujeta con ternura
y nos alienta en la vida,
mientras nos demuestra
el camino del cristiano,
de ternura y dolor,
de espinos y azucenas,
de esperanza y resurrección.

viernes, 13 de septiembre de 2013

Un elogio al Quetzal I.


Recuerdo cuando hace unos años, mi casa era de dos niveles y techo de lámina. El piso del segundo piso era de madera. Lo recuerdo con alegría y dulzura. Recuerdo cuando aún se podía ver en la mayoría de techos de mi barrio las distintas mazorcas secándose sobre la lámina. Cuando llegaba esa época mágica del año, mi abuelo llegaba a medio día y siempre me decía, “eres el más grande patojo, dale el ejemplo a tus primos y a tu hermano, vamos a bajar las mazorcas”. A pesar de que la tarea era en conjunto, siempre fue cansada y algunas veces duras. El trabajo en casa marcó mi infancia. El más grande siempre daba el ejemplo, creo en eso y creo que siempre ha sido así. He terminado hace unos días un libro sobre el gobierno del General Jorge Ubico, dictador eterno de Guatemala, le digo eterno pues hasta nuestros días los abuelos lo recuerdan, gozamos de un Palacio Nacional que no tiene nada que envidiar con algunos monumentos de Europa y hasta hace poco murió su última hija viva, la cedula de vecindad. El libro del doctor Sabino tiene un manejo extraordinario de la historia, aunque quiero resaltar a opinión personal que trata de humanizar, es decir, hacer ver al dictador con más luces que sombras, hay que recordar que fue una dictadura. Aunque sus logros son destacados y quizás hasta la fecha… podríamos decir únicos. Pero en la época de Ubico, el más grande da el ejemplo y a mí me formaron de esa forma. Pero luego descubrí que los más grandes, los que tendrían que ser ejemplo, luz y honor de la patria, son unos animales que viven hacinados en sus despachos de gobierno, tanto en Casa Presidencial, como en el Congreso y como en nuestra Suprema Corte. ¿Dónde ver ejemplo bueno cuando se mira la parcialidad de los juzgadores en Guatemala y los vicios en los procesos? ¿Cómo defender la patria nuestra, si tenemos una clara agresión a la soberanía como es la CICIG?

Existió un tiempo en  donde los poetas gritaban y nadie los escuchaba. Existió un tiempo en donde ella caminaba a mi lado, por todos lados y a todas partes, existió un  tiempo en que lo más importante de la vida éramos nosotros. Existió un tiempo en donde el amor estaba por todas partes y por todos lados… existió una vida, dulce vida, antes claro que al igual que nuestra historia, tomamos decisiones que nos separan y lastiman. Que nos duelen y nos matan. Maldito orgullo del alma, corazón sensible de piedra, corazón que busca amigos y va a por ellos, pero que  espera al amado, que lo espera, que lo espera y ya no lo busca como antes. Ahora se antepone el yo, se antepone el yo ante el tú, y  en un  determinado y maldito momento, dejo de existir el nosotros. Se ha perdido la magia, la fuerza de la vida. Es por eso que en este país de la gris primavera, el más valiente es el guatemalteco vivo. El que se levanta a trabajar los campos, el policía honrado, el fiscal que batalla en contra de la dirección del MP que esta acuartelado por la otrora izquierda guerrillera.   Amanece en Guatemala y solo los valientes sonríen, solo aquellos que ante tanta sangre, ante tanta violencia, ante tanta corrupción, ante tanto circo, simplemente sonríen y aman.

Bienaventurados los guatemaltecos que trabajan por la patria. Suspiro al recordar aquellos tiempos en que el corazón era un solo nosotros. Pero sueño con  que mi Guatemala y sus pueblos, mayas, xinca, garífuna, ladino… se olviden de una buena vez de esa división y abran los ojos y digamos NOSOTROS SOMOS GUATEMALA. Por toda la sangre  derramada en el conflicto armado, por todos los mártires inocentes que mueren día a día en su trabajo o de camino a él. Un elogio a esos que sonríen y viven  en la nación que parece un sueño, una utopía; esa nación donde dejemos de lado los prejuicios coloniales, donde nos unamos y formemos un solo nosotros.

La historia de mi Guatemala es milenaria, es ancestral. Va mucho más allá de la llegada del español, del conquistador. Cuando aún en lo alto no gobernaba el hombre de maíz, no existían los señores de Xibalba. Solo… había silencio y todo estaba en desorden. Me  imagino ese llamado con un caracol, si es que existía, la convocatoria divina, para los abuelos, para los señores que se juntaron en una especie de concilio y nos formaron. Un elogio al quetzal…

domingo, 18 de agosto de 2013

Busco un corazón.



Busco un corazón,
para vivir eternamente,
para trascender el tiempo,
un corazón para amar con pasión.

Busco un corazón,
que sea algo más
que un pedazo de carne,
que unos litros de sangre,
algo que me haga morir
para poder vivir en él.

Busco un corazón
que me exija amar,
que me haga eternidad
en un suspiro.

Alguien que me recuerde,
que suspire y piense…
que he buscado un corazón,
con anuncios en periódicos,
servicios sociales de radios,
fotografías en postes,
lo he buscado…

Lo he buscado,
he luchado por identificar
a ese corazón
que me vuelva inmortal,
aunque sea solo para
morir en sus brazos.

He buscado el corazón
y no el cerebro,
pues la mente
no entiende de eternidad
ni de las complicaciones de la vida.

Al encontrarle,
le robare un beso,
para vivir eternamente
en esos labios deseados…
Largarme por donde vine
y empezar de nuevo,
a buscar un corazón.  

Eleázar Adolfo Molina. 

domingo, 14 de julio de 2013

Si hablamos de historias de amor...

Si hablamos de historias de amor, sin duda alguna, la de mis padres es la que más me ha conmovido. Una aventura extraordinaria, en donde el  verdadero amor, puro, duradero y sincero, aparece en cada uno de los capítulos. Con una banda sonora propia, que es coronada por la magistral obra de Juan Gabriel, “Te lo pido por favor”. Ellos fueron novios antes del matrimonio, 4 o 5 años. Donde Dios les dio una prueba dura, que al escucharla de labios  de un tío muy querido, entendí muchas cosas de mi familia y admiro más a mi padre y a mi madre.

Si hablamos de historias de amor, en la literatura sin duda alguna, hay que mencionar varias obras maestras. “El amor en los tiempos del cólera” del Nobel García Márquez; “Romeo y Julieta” del inglés universal, William Shakespeare; “Travesuras de la niña mala”, a mi gusto, la mejor historia de amor de Vargas Llosa. Tendría que añadir “Todos los nombres” de Saramago, y así podría enumerar cada una de esas historias que siempre van más allá de la imaginación y nos demuestran que el amor, es el poder y la magia de nuestras vidas.

Mi maestro de artes marciales, un extraordinario ser humano, me ha recordado en estos días, sentimientos  y pensamientos que en algún  momento deje, olvidados. La magia de la vida, ese asombro de estar viviendo siempre el momento. Si crees en la magia, la vida será mágica.

Si hablamos de historias de amor, tengo que hablar de la mía y decir, claro está, que lo que me ha pasado en  los últimos 3 años, es sin duda, la magia de enamorar y enamorarme a diario. Gracias en gran parte a ella. Todo por culpa de un profesor de literatura que un día tuvo la amable situación de darme a leer un libro, tiempo después, con la confianza y el respeto alumno – maestro, me dijo un secreto que cambio mi vida. 

Me contó que ella estaba enamorada de mí. Vaya usted a saber cómo fue esa declaración de amor y todas las peleas y momentos bellos que hemos pasado. Pero si hablamos de historias de amor, basta con recordar las que nos han enamorado, las que vivimos en este instante. La mejor historia de amor, a mi punto de vista, es la de mis abuelos, que con 50 años de matrimonio aún se ven como mejores amigos,  como novios. Pero de esos novios de antes, igual es mi papa con mi mama. Si hablamos de historias de amor, en este día especial para mí. Hablemos de la suya, de su historia de amor. Verá como la vida es mejor que la ficción.


Eleázar Adolfo Molina. 

sábado, 22 de junio de 2013

Y la luna...

Y la luna se esconde en el brillo de tu ausencia, 
el sol disimula detrás de la madrugada… 
y en el frío de la noche, esta noche silenciosa, 
aparece tu recuerdo en la ventana junto a mí…


Y la luna se ríe del miedo y la angustia, 
se burla del sol que solo baila de día… 
y en el frío de este piso maldito aparece sonriendo
un rostro, una sombra… se parece a ti.


Y la luna se desnuda con las nubes del cielo, 
mientras las estrellas contemplan la belleza celestial, 
y en el frío de ese baile, en el hielo del vacío 
aparece una pregunta, murmurando tu nombre.


Y la luna me escucha llorar al viento, 
buscando mi voz debajo de su grandeza, 
y en el frío de este mundo, aparezco melancólico, 
lamentando el no encontrarte… el extrañarte.


Y la luna me pregunta, por su lirio de estrella, 
por esa mujer tan bella, que ha viajado lejos de aquí. 
Y en el frío de la noche, esta noche silenciosa, 
mi corazón se abstiene de contestar… que te extraño.



Y la luna que corona a la Xelaju eterna, 
murmura tu nombre para recordarme… 
que no estás aquí. 

                                       Eleázar Adolfo Molina. 

martes, 28 de mayo de 2013

PREGUNTAS 5° BACHILLERATO.

1.- ¿Quién es Gabriel García Márquez?
2.- ¿Menciones quienes son los premios Nobel de Literatura latinoamericanos?
3.- Enumere cuatro obras del boom.
4.- ¿Quién es Mario Vargas Llosa?

Se reciben los correos desde las 7 a las 8 de la noche.

molinaeleadolfo90@gmail.com

lunes, 27 de mayo de 2013

Poemas y preguntas 4° Bach.



Lea los poemas y luego responda.

¿Qué intención tiene el autor?
¿Qué siente al leer los poemas?

PUEDO escribir los versos más tristes esta noche. 
Escribir, por ejemplo: " La noche está estrellada, 
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".  El viento de la noche gira en el cielo y canta.  Puedo escribir los versos más tristes esta noche. 
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.  En las noches como ésta la tuve entre mis brazos. 
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.  Ella me quiso, a veces yo también la quería. 
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.  Puedo escribir los versos más tristes esta noche. 
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.  Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella. 
Y el verso cae al alma como pasto el rocío.  Qué importa que mi amor no pudiera guardarla. 
La noche está estrellada y ella no está conmigo.  Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos. 
Mi alma no se contenta con haberla perdido.  Como para acercarla mi mirada la busca. 
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.  La misma noche que hace blanquear los mismos árboles. 
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.  Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise. 
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.  De otro. Será de otro. Como antes de mis besos. 
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.  Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero. 
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.  Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos, 
mi alma no se contenta con haberla perdido.  Aunque éste sea el último dolor que ella me causa, 
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo. 

PABLO NERUDA.



PREGUNTAS INTRODUCCIÓN 5° BACH.

Estaré esperando sus respuestas de 7 a 8 de la noche al correo: molinaeleadolfo90@gmail.com Bendiciones.


PREGUNTAS SOBRE EL BOOM:

1.       En sus palabras: ¿Qué fue el boom?

2.       Mencione a dos autores del boom.

3.       Explique que es el caso “cuba”.

4.       ¿Qué le llama la atención del boom?

5.       Enumere a los integrantes del primer grupo del boom.

lunes, 20 de mayo de 2013

La generación española de 1927


Las crónicas nos cuentan  que se reunieron por el tercer centenario de la muerte de Luis de Góngora, fue en 1927 y fue en el Ateneo de Sevilla. Fueron un grupo de personas que se unieron a una celebración que fue la excusa de la libertad. En el desarrollo de este discurso, haremos una mirada a la niña de los del ’27, la poesía; y es que en estos hombres y mujeres resonaban aquellos versos de Góngora: “La más bella niña / de nuestro lugar, / hoy viuda y sola / y ayer por casar, / viendo que sus ojos / a la guerra van, / a su madre dice, / que escucha su mal: // dejadme llorar / orillas del mar.”

Orillas del mar…” inmenso y soberbio, un mar que fue sacudido por una tormenta de ideas, de pensamientos, de realidades, de palabras… una tormenta de poesía que fue bautizada, generación del ’27.

Quisiera hacer justicia para poder englobar en estas palabras, toda la magia que estos poetas desataron. Un giro impresionante a las letras mundiales. Ideas y sueños de libertad. Como veremos más adelante, fue una generación truncada, por la guerra civil española.

“Pasan las aguas por el cauce, / y no terminan de pasar; / más si de un agua no bebimos / nunca aquel agua tornará. // Y mientras corre el tiempo y llega / la hora feliz que imaginemos, / se va la vida, huyendo siempre, / cual se va el agua entre las manos…// Gocemos hasta marchitarlas / todas las flores del camino, / ya que el dolor jamás perdona / ni un  paso de nuestro destino”. Góngora fue la excusa de la reunión, en él vieron un poeta clásico pero divertido y contemporáneo. Se buscaba quizás reivindicar al poeta rival de Quevedo. Pero como digo solo fue la excusa. Los versos anteriores, son la  Invitación a la vida” que nos hace Rafael Laffon, para iniciar nuestro camino, en el camino de Machado, camino que se hace al andar.

La riqueza de la generación fue gracias  a las ideas de sus integrantes. Pero además de eso, estos hombres y mujeres tan cercanos a las vanguardias, quizás pensaron en experimentar. Al igual que los versos de Laffon, la generación fue una invitación a la vida. Teniendo como punto el naciente cine, el proyector de imagen que congelaba la vida. La imagen dejó de ser estática, se movía, se fijaba. Los poetas observaban todos los detalles, todo rompía  moldes. Lo cotidiano se volvió poesía. La técnica también es arte. Son los ojos del artista, del poeta los que cambian al mundo. Lo transforman y lo consagran a la eternidad en sus letras. Fue un suspiro de libertad, en una España que no tendría alas para volar en los años venideros. Además de vivir la libertad, los del ’27 idearon un nuevo tipo de sociedad. Más justa y libre. Y empezaron a transformarla por la educación. Pero… ¿Quiénes son los del ’27?

De las estrellas nacieron Vicente Alexandre, Gerardo Diego, Manuel Altoaguirre, Dámaso Alonso, García Lorca, un tal Jorge Guillen, un menos conocido Emilio Prados; Luis Cernuda y Rafael Alberti, Pedro Salinas y no hay que olvidar ni a Miguel Hernández y a Salvador Dalí.

Pero la generación del ’27 es englobada solamente a la poesía, hay que hacer la mención que no. Los del ’27 no solo fueron los citados anteriormente, es una lista larga de poetas y poetisas, que no solo se quedaron en el universo literario, al igual que Dalí algunos de ellos fueron pintores, otros fueron músicos, un par más fueron cineastas, un caricaturista que también fue animador y hay que decir que hasta un torero llegó. De igual forma no hay que verlos solo en Madrid, también estuvieron en Málaga, Cataluña, Canarias, Galicia y Cantabria. Es por ende que fue un grupo generacional de alcance nacional. Pero se me hace imposible en este ensayo hacer un paseo por cada uno de ellos y en cada una de sus ramas. Por eso zapatero a tus zapatos que la poesía nos espera.

“Cuando era primavera en España: / frente al mar los espejos / rompían sus barandillas / y el jazmín agrandaba / su diminuta estrella / hasta cumplir el límite / de su aroma en la noche… / ¡Cuando era primavera!...” Emilio Prados nos enseña la esperanza del grupo, al recordar los tiempos buenos, parecía que estos poetas tenían ojos de vidente, pues la guerra civil se asomaba en el horizonte. “Cuando era primavera en España: / junto a la orilla de los ríos / las grandes mariposas de la luna / fecundaban los cuerpos desnudos de las muchachas, / y los nardos crecían silenciosos / dentro del corazón / hasta taparnos la garganta… / ¡Cuando era primavera!” La libertad estaba presente para ellos, en las mariposas del verso anterior, en las mariposas de Dalí en los molinos. Y en un fragmento más se observa una idea más de la generación. La igualdad: “Cuando era primavera en España: / todos los hombres desnudaban su muerte / y se tendían juntos sobre la tierra / hasta olvidarse el tiempo / y el corazón tan débil por el que ardían… / ¡Cuando era primavera!”. Prados nos muestra la característica melancolía poética, pero la funde con un ideal, nos regala este poema, lleno de esperanza y de soledad. 

La luna vino a la fragua / con su polisón de nardos. / El niño la mira mira. / El niño la está mirando”. Con su “Romance de la luna”, aparece un titán encadenado. Federico García Lorca aparece en las letras de este ensayo. “En el aire conmovido / mueve la luna sus brazos / y enseña, lúbrica y pura, / sus senos de duro estaño”. Lorca ha sido objeto de innumerables anécdotas y misterios. Hasta el día de hoy es un misterio en donde está enterrado. Es quizás una de las bajas más sensibles de la generación en la guerra y la tiranía posterior. “Huye luna, luna, luna / que ya siento sus caballos. / Niño déjame, no pises, / mi blancor almidonado”. Lorca que ha tenido hasta fama de poeta vidente, con el poder de ver muertos e inclusive en alguno que otro poema, poder predecir su muerte. En su poema “Despedida”, el cual disfrutaremos a continuación, el poeta hace una mención a la vista de la vida desde la muerte, es cuestión de cada sensibilidad literaria juzgar una despedida de Lorca, una de tantas: “Si muero, / dejad el balcón abierto. // El niño come naranjas / (Desde mi balcón lo veo.) // El segador siega el trigo. / (Desde mi balcón lo siento). // ¡Si muero, / dejad el balcón abierto!”. Aunque a criterio de muchos literatos y estudiosos. Lorca es mucho más grande en el teatro que en la poesía. Cabe resaltar que este año pude presenciar “La casa de Bernarda Alba”, obra impresionante, extraordinaria, después de verla he llegado a una conclusión. Todos esos personajes son Lorca de una manera u otra. Todos son un reflejo de algún sueño que el poeta  tuvo. Algún sueño que murió junto a él.

Para la libertad sangro, lucho, pervivo. / Para la libertad, mis ojos y mis manos, / como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos
”. Nuevamente vemos, el grito de libertad. Ese ideal que ha dejado tanta muerte, pero que ha brindado tanta vida. Vivir por un ideal es quizás lo mejor que le puede pasar a una persona. Una convicción, una gran fuerza que nos hace morir para vivir. Un joven Miguel Hernández, escribió:
Para la libertad siento más corazones / que arenas en mi pecho: dan espumas mis venas, / y entro en los hospitales, y entro en los algodones como en las azucenas”. Aunque muchos le consideran parte de la generación del ’36, Miguel Hernández, quien murió joven, a los 31 años fue un poeta y dramaturgo que impacto y golpeo fuerte con sus letras. “Para la libertad me desprendo a balazos / de los que han revolcado su estatua por el lodo. / Y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos, / de mi casa, de todo”. Miguel Hernández murió el 28 de marzo de 1942, en la prisión, en la enfermería y enfermo. Uso la literatura como un arma, en donde reclamo y lucho por sus ideales y por la libertad. “Porque donde unas cuencas vacías amanezcan, / ella pondrá dos piedras de futura mirada / y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan en la carne talada”. Hasta el gran Pablo Neruda luchó por la libertad de Hernández; Dámaso Alonso calificó a este poeta como un epígono extraordinario de la generación del ’27. “Retoñarán aladas de savia sin otoño / reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida. / Porque soy como el árbol talado, que retoño: / porque aún tengo la vida”. En la obra poética de Miguel Hernández, vemos algo que es característico de esta generación, la esperanza y la oscuridad. La ilusión y la tristeza. La humanidad misma.

Donde habite el olvido, / en los vastos jardines sin aurora; / donde yo solo sea / memoria de una piedra sepultada entre ortigas / sobre la cual el viento escapa a sus insomnios”. Creo firmemente en que los que nos hemos consagrado a esta vida injusta de las letras, les debemos a los del ’27 la libertad extraordinaria que hoy en día gozamos. Aunque siempre depende de la astucia del escritor para no llegar al olvido. “Donde mi nombre deje / al cuerpo que designa en brazos de los siglos, / donde el deseo no exista. // En esa gran región donde el amor, ángel terrible, / no esconda como acero / en mi pecho su ala, / sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento”. Luis Cernuda es otro poeta exponente del ’27. Creador de este bello poema. Pero los del ’27 no viven ahí en el olvido. Las letras siempre voltean a ellos, como ellos voltearon al pasado, a Góngora. “Allá, allá lejos; / donde habite el olvido”.

Este grupo de gente se reunió para dar un homenaje a un poeta extraordinario. Naciendo de aquella intención un grupo de animadores, de genios. Góngora fue la lámpara mágica de la literatura, el detonante, la excusa perfecta para trabajar unidos el sueño eterno de la literatura. En lo personal me he apasionado tanto y aprendido de estos, pero quiero terminar con Rafael Alberti: “Si mi voz muriera en tierra / llevadla al nivel del mar / y dejadla en la ribera. /Llevadla al nivel del mar   / y nombradla capitana de un blanco bajel de guerra. // ¡Oh mi voz condecorada / con la insignia marinera: / sobre el corazón un ancla / y sobre el ancla una estrella / y sobre la estrella el viento / y sobre el viento la vela!

martes, 14 de mayo de 2013

Cerrar los ojos...


Levantó la vista, en silencio se dedico a perder el tiempo recorriendo por todos los lugares posibles su imaginación. El reloj bailaba con el silencio de su mirada, danzaba con la música de la condena eterna. Maldita sea la hora en que la muerte llega y nos arrebata la vida de los amados de nuestras manos, pero ¡Dios mío! Bendita se la humilde hora en que la muerte corta la rosa de mi jardín.

Mis ojos observaban la luna  a través de los vidrios de la ventana. La cortina estaba ahí, como han estado siempre los versos de Neruda y como estarán por siempre las cicatrices de los amores prohibidos que se han dejado pasar. Pronombres y adjetivos, artículos y conjunciones, diccionarios y gramáticas, machetes y cuchillos para trabajar en el hielo de la vida, el mármol de las letras.

Sus ojos seguían clavados en la pérdida del tiempo. Observaban como iba y venía una pequeña y negra mosca. “Mi vida por una cerveza”, pensó. Pero para muchos burócratas desalmados, cobradores de bancos y oficiales de policía, el alma de un pobre indio no vale ni una cerveza. Entonces al recordar esta verdad, mi pecho sintió el ardor de una herida. Levante mi camisa y pude ver en mi tórax, justo al lado derecho de mi corazón, a la altura de lo que los abuelos llaman panza, una herida que sangraba. La sangre parecía hablarme y parecía maldecir a todos. “Solo fueron  indios”, “Solo fueron indios”, parecía repetir.

La guerra ha terminado, pensé. Pero al pueblo, al guerrillero y al soldado, no le dijeron que la guerra acabo, al contrario, ahora los fusiles son  códigos, las estrategias son legales, Dios paso de ser un testigo ciego a la esperanza de muchos, como debió ser siempre. Pero las víctimas, fueron las mismas, los granos de maíz que compones la mazorca en donde nos ha tocado vivir. Maldita sea la hora en que un conquistador nos dividió, en que la humanidad se ha olvidado de la igualdad y la libertad de las personas. ¿En dónde queda el bar del olvido? Hay una Premio Nobel  de la Paz armando la guerra en los tribunales. Mientras un enfermo, decrepito y tiránico general observa como su defensa abandona el puesto de honor. En otro tiempo, una orden y esos abortos de abogados hubiesen muerto junto al campesino, estudiante, obrero, empresario, niño, abuelo, mujer, hombre, indio y ladino. A veces pienso que deberían morir todos y enterrarnos en una fosa común, en donde todos fuésemos iguales. Un cementerio llamado Guatemala, en donde se pelarían los gusanos y no los hermanos. En donde el olvido llevaría al perdón.

Pero en  esta vida… el perdón  viene compuesto de dólares y minas. El perdón se viste de olvido, pues se juzga una parte de la guerra y la otra se victimiza olvidando las bombas, los puentes destruidos, los secuestros. Hizo daño el ejército y de igual proporción la guerrilla. Comunismo de mierda, capitalismo de mierda. Y la libertad, la unión y Dios, son solo tres palabras que preceden el escenario de un circo que se llama congreso.  

En mi Guatemala, de hermosos paisajes, donde reinan  los celajes más hermosos del mundo. Donde se levantan las montañas mágicas de los mayas, donde se olvida un amor truncado con un café y una sheca, donde hay tantas cosas hermosas que ver, entre  ellas sus mujeres… a veces es mejor cerrar los ojos, o simplemente perder el tiempo viendo entre los espacios, pues los jóvenes nos hemos olvidado de la historia y los mártires míticos de nuestro conflicto armado interno, simplemente no nos interesan.

Cerró los ojos y simplemente se  unió al pueblo, que no le interesa lo que pasó, que vive en esta tierra y no habita en ella. Cerró los ojos e ignoro, pero su ignorancia no le permite avanzar, pues la guerrilla lo dejó sin pierna izquierda y el ejército mutilo la pierna derecha; y entre los dos, mutilaron la cabeza… Pero el conflicto jamás nos arranco el corazón.

domingo, 7 de abril de 2013

Memorias…



En estos días, después de la Semana Santa y las anécdotas que espero contarles en los próximamente, he contemplado con asombro el dolor tan latente de Guatemala. Siempre he pensado que nuestro país debería de celebrar tres fechas a lo grande, pues las mismas nos hacen ser Guatemala, nos hacen vivir.  Por orden del calendario gregoriano, creo que el 21 de marzo debe recordarse todos los años, por el gesto de un hombre que fue llamado “caudillo”, para los quetzaltecos representa un mal recuerdo pues en dos ocasiones silenció y mutiló los sueños del Estado de Los Altos. Rafael Carrera y Turcios. El “caudillo adorado de los pueblos” el famoso  “Racaraca”, este hombre conservador híbrido con tintes liberales, funda la República de Guatemala. Dándonos una nación, antes de eso éramos en opinión personal un híbrido entre Estado de la Federación Centro América y tierra de nadie. En fin, apuremos el paso. En Septiembre de igual forma, el 15 del citado mes, debe ser un día especial en Guatemala, con marimba cohetillos y desfiles, pero no esas huelgas desordenadas y sin sentido, esas grandes marchas de mercado que se dan en Xela, eso no puede ser llamado desfile; es un gran carnaval de bandas escolares que ayudando a la identidad del país van ejecutando las notas musicales de artistas caribeños, mexicanos; sí querido lector, en vez de engalanar a la patria, toman la gasolina de Daddy Yankee y la meten en su repertorio musical. Por último en diciembre,  quizás la fecha más actual, la firma de la paz. El 29 de diciembre de 1996 se firma en el Palacio Nacional el tratado de paz firme y duradera, que terminó con un conflicto armado de 36 años que nos ha dejado grandes herencias.

La herencia más importante es la gran cantidad de heridas sin sanar, todos esos testimonios que en estos días están saliendo de nuevo a la luz, con la gran novedad de que son delante de un tribunal y que en el banquillo se encuentra José Efraín Ríos Montt. Por mucho que duela admitir, el octogenario general es una de las figuras políticas más importantes en los últimos 30 años de vida guatemalteca. Se le está juzgando por genocidio, por las matanzas en el norte del Quiché. Tan grande es este juicio que los principales diarios del mundo lo están siguiendo. Este juicio es muy importante y necesario de realizar, espero una condena en contra del general en donde se le castigue por esos crímenes, el más horrendo de ellos, quizás sea el de las personas desaparecidas, mismas que tienen familiares que pasan aún fecha de hoy sufriendo por el recuerdo de sus seres desaparecidos. Espero una condena, en serio. Pero me temo que el juicio está abriendo heridas muy profundas. Mismas que quizás eran mejor dejarlas cicatrizar. Por el bien de la justicia, espero de igual forma ver al lado contrario, a los famosos guerrilleros, sentados en el banquillo de la sala de vistas de la Corte Suprema de Justicia. Están en silencio contemplando como los militares no pueden defenderse. Pero espero en serio verlos sentados allí, por los puentes destruidos, las torres de electricidad derrumbadas, por los secuestros de gente inocente, pero sobre por todos los muertos que al igual que los militares llevan  en sus manos. Además de la bomba que colocaron e hicieron explotar enfrente del Palacio Nacional. Es cierto, eran tiempos diferentes y estaban en guerra, dirán muchas personas. Pero si en Guatemala existe justicia, yo quiero ver a los guerrilleros sentados ahí, respondiendo.

Las generaciones guatemaltecas nacidas después de la década sangrienta de los ochenta, en los últimos suspiros de un siglo altamente convulso para nuestra patria y nuestro mundo, quizás al leer el párrafo del considerando constitucional, parte de nuestra Constitución Política, en nuestra ignorante y atrevida juventud, no valoramos cada una de estas palabras, que consagran años de lucha, de lágrimas, de muerte. No se les da la importancia que deberían de tener, no solo por ser el preámbulo de la ley suprema, sino porque en cierta manera, en esas líneas se resume con una maestría clarividente, el sentimiento del pueblo guatemalteco, hastiado de violencia, de muerte y de confrontación, pero sobre todo abatido por no poder ser libre. La historia de la Constitución de 1985, es una historia que marca el inicio de un final feliz. Inicio de una era democrática, que mal que mal se mantiene ya 26 años después, y es el final de un conflicto, un derramamiento de sangre de más de tres décadas. Muchos consideran que el 29 de diciembre de 1996 se firmó la paz. Pero la verdad es otra, la Constitución sobre la cual se refunda el país en 1985, es el acuerdo común del pueblo, es la voluntad de la gente que se unió para poder soñar un mejor mañana y hacerlo realidad. “Nosotros”, es el pronombre utilizado por los constituyentes a la hora de redactar el preámbulo y es el “Nosotros” el pronombre que leemos en cada Constitución que hay en el país, en sus distintas presentaciones y en nuestros distintos mundos. Nosotros el pueblo de Guatemala, sabemos soñar.

Ante la historia del país solo puede caber el asombro, en lo personal, es enternecedor ver como ante tanta muerte, ante tanto odio  y destrucción, siempre ha estado la esperanza y el sueño de un mañana mejor. Mi generación, los nacidos en la década de los 90, debemos saber que tenemos una  misión muy importante. La misma es conocer la historia, investigarnos, entender los hechos, encontrar la verdad, pero lo más importante de todo, perdonar. Debemos conciliar y sanar heridas por medio del perdón, para que reine entre  nosotros el amor y la tolerancia. Sé que es muy difícil pero ese es el papel que debemos jugar los jóvenes, encontrar la verdad, perdonar, soñar y luego construir. La unidad del país es necesaria para poder subsanar los grandes males de la patria. No estamos hablando de guerrilleros, militares, capitalistas o comunistas; hablamos de Guatemala y debemos recordar que NOSOTROS somos Guatemala. Considero que la sangre de los mártires derramada en las montañas y en las fosas comunes. Que aquellos pensadores, esos grandes intelectuales de la patria, que cayeron en los bandos, sacrificaron su vida por un mañana mejor. DEMOCRACIA, poder del pueblo. Unión.





Hay que esperar el resultado del juicio. Pero nosotros los chapines, los cobaneros, los chivos, los retaltecos, todos nosotros, debemos recordar que somos Guatemala. Esos recuerdos oscuros están ahí, gritando aún, quieren sanar. Pero debemos ir nosotros a perdonar, en unión. De lo contrario, creo que vamos a una nueva lucha social. Estamos hablando del futuro de la nación, una que no tiene un proyecto de nación como tal, un país que tiene grandes ventajas. Pero ante el odio no se puede avanzar. La libertad de nuestra patria radica en el perdón, para poder, como dijo el poeta guerrillero, acompañar a nuestra nación: “Vamos patria a caminar, yo te acompaño”. Unión e identidad, es lo que considero que la falta a nuestro país, dinero tenemos, vean lo robos  millonarios de Portillo y Colom, seguimos de pie. Produce bastante dinero el país. Entonces, solo falta voluntad de unirnos y podremos salir adelante.

Mayo, 23.

  Encendió un cigarro y sintió como la lluvia le besaba las manos. Aquella noche ya no sentía nada, todo era tan lejano y el reloj era una l...