Annuntio vobis gaudium magnum…
La caída del muro de Berlín, símbolo que marcó el final de la antigua URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas), fue el momento cumbre de una crisis política interna dentro del bloque soviético. Diez años después del inicio de la invasión soviética a Afganistán, el régimen ruso termino por colapsar y posteriormente subdividirse y marcar el nacimiento o resurgimiento de naciones que habían estado detrás de la cortina de hierro desde el final de la segunda guerra.
Polonia fue uno de los países que resurgieron como independientes tras la caída del muro. Quisiera concentrarme un momento en Polonia, pues es ahí en donde nuestro personaje inicia su recorrido por la política. El 2 de Julio de 1980, el gobierno polaco anuncia el incremento del precio de los alimentos, lo que provoca un estallido popular que deriva en manifestaciones que fueron reprimidas de forma violenta. El sindicato Solidaridad fue fundado clandestinamente en agosto de 1980, demandando la constitución de sindicatos autónomos del partido y del gobierno. En ese entonces, Karol Wojtyla ya era Papa de la Iglesia Católica, bajo el nombre de Juan Pablo II. Inmediatamente al ver lo que sucedía en su tierra natal, demando al gobierno polaco que respetara la vida de los manifestantes, apoyando a los mismos con declaraciones y vigilias de oración por la paz de Polonia. Un hombre llamado Lech Walesa el 14 de agosto de 1980 escalo el muro del Astillero Lenin de Gdansk tras el comienzo de la huelga laboral, convirtiéndose en líder de las manifestaciones. A esta huelga le siguieron otras y otras en toda Polonia. Mientras en Roma, el pontífice encabezaba el clamor por la paz en su Polonia natal.
Karol.
¿Quién iba a pensar que un polaco se convertiría en el líder más importante de la iglesia Católica en los últimos cien años? Nadie. Fue un 18 de mayo de 1920, en una pequeña ciudad polaca llamada Wadowice. Fue el menor de tres hermanos y su madre, una ferviente católica, se las arreglo para que su hijo naciera cerca de una iglesia pues profesaba el deseo de que lo primero que escuchara su retoño, fueron los cantos dedicados a Dios.
En 1929 Karol sufre su primer gran golpe en la vida, su madre muere cuando él apenas tenía 9 años. Por si esto no fuera suficiente, en 1932 el hermano mayor de Karol, Edmund quien era médico de profesión, muere al contagiarse por una enfermedad contraída al curar a un hombre de condición humilde. Al ver como la familia se desgrana el padre de Karol decide mudarse a Cracovia, en donde Karol entra a la universidad Jagellónica, el padre de Karol pierde la vida en 1941 durante la ocupación a Polonia por la Alemania de Hitler.
En 1943 ingresa al seminario clandestino fundado por Monseñor Adam Stefan Sapieha. Karol Wojtyla es ordenado sacerdote el 1 de noviembre de 1946. A partir de este momento Karol empieza una carrera por las distintas jerarquías de la iglesia católica. El 4 de julio de 1958 el Papa Pio XII lo consagró obispo auxiliar de la archidiócesis de Cracovia. El 11 de octubre de 1962 empezó a tomar parte del Concilio Vaticano II, donde se destacan sus puntualizaciones sobre el ateísmo moderno y la libertad religiosa. El 30 de diciembre de 1963 es nombrado arzobispo de Cracovia y el 29 de mayo de 1967 fue creado cardenal lo que lo convirtió en uno de los cardenales más jóvenes de la época, a los 47 años.
Habemus Papam… El mundo se encontraba divido en dos ideologías políticas desde el final de la segunda guerra mundial. El lado de los comunistas y el de los capitalistas. La iglesia buscaba defender a la clase baja, la clase trabajadora, era una contraofensiva al comunismo. Tanto así que el Papa Pablo VI emite su encíclica: “Populorum Progressio”. Que buscaba reorientar la dirección de la iglesia católica en torno al derecho humano del trabajo y servir de conciencia en una sociedad que olvidaba que la economía y el desarrollo debían de servir a toda la humanidad y no a ciertas clases. 1978 fue el año de los tres Papas en el siglo XX, a la muerte de Pablo VI, le sucede Juan Pablo I, quien gobierna la iglesia durante un corto periodo de 33 días. Diversas hipótesis se manejaron sobre la muerte prematura del pontífice, desde un complot homicida de la mafia napolitana hasta un paro cardiovascular. Es así que recién concluido un conclave, se llama a otro que después de dos días de deliberaciones emite su juicio. Aquella noche de octubre de 1978, un hombre alto, con aspecto humilde, mirada tranquilizadora, alto y de apellido extraño (algunos medios de noticias al escuchar la fórmula de elección pensaron y emitieron el juicio de un Papa africano), se posa en el balcón de la basílica de San Pedro y le grita al mundo que no tenga miedo de seguir a Cristo. Iniciando así un pontificado de 26 años, 5 meses y 7 días.
A lo largo de su pontificado realizo 104 visitas internacionales. Dándose un gesto curioso. Al llegar a un país donde el gobernante era católico, se le saludaba con el tradicional apretón de manos, (el saludo protocolario de bienvenida a los jefes de Estado), luego el gobernante hacia la reverencia y le besaba la mano, por su calidad de pontífice y jerarca de la iglesia católica. Al inicio del pontificado de Juan Pablo II, la Santa Sede mantenía relaciones diplomáticas 84 Estados. Al morir en 2005, el Vaticano expandió sus relaciones a 173 Estados.
Juan Pablo II, Margaret Thatcher, Ronald Reagan, lucharon cada quien por ver el final de la guerra fría. Juan Pablo II viajo por el mundo para impedir que se expandiera el comunismo. ¿Quién no recuerda el regaño de Juan Pablo II en su visita a Nicaragua a Ernesto Cardenal? Uno de los principales aspectos del pontificado de Karol fue detener la teología de la liberación. En 1980 nombra como prefecto de la fe a Joseph Ratzinger, actual Benedicto XVI.
Juan Pablo II vino a Guatemala en tres momentos políticos diferentes. En 1983, fue recibido por el gobierno de facto del General Efraín Ríos Montt. Su Santidad visita Quetzaltenango en donde anima a los indígenas a seguir luchando por la vida y buscar la paz. En 1996, regresa a Guatemala en las vísperas de la firma de la paz. En 2002 regresa a canonizar al Hermano Pedro de San José de Betancur. Tres momentos distintos en nuestra historia.
El entendimiento que Karol tuvo con Gorbachov fue clave para llevar la democracia al régimen oriental. Lamentablemente Karol no pudo conocer Rusia. Antes de concluir este discurso, recordemos el episodio del 13 de mayo de 1981, cuando Ali Agca le disparo en la plaza de San Pedro, en un momento en el cual se estaba a punto de caer el régimen de la URSS. Muchos historiadores coinciden que su papel en Polonia, durante el nacimiento del movimiento Solidaridad, contribuyo de forma notable al ingreso de la democracia en los entonces países sovieticos.
Aquella mañana de marzo de 1983, en lo que hoy es el mal llamado aeropuerto internacional de Los Altos. Juan Pablo II dejó uno de los recuerdos más importantes en sus tres visitas a Guatemala. Mientras la población occidental de Guatemala lo escuchaba con atención, algunos quizás ni le entendían por la barrera del idioma (Kíche-Español), Juan Pablo II levantó los ojos, miró al pueblo buscando una esperanza en los momentos más duros y crudos de nuestra guerra armada interna y deja unas palabras que ayudaron y reforzaron la fe católica en el occidente de Guatemala: “Quinyá rutzil iwach conojel, ishokib, achijab, alobom, alitomab, e rij tak winak” (Doy un saludo de paz a todos ustedes, mujeres, hombres, muchachos, muchachas, gente vieja).
A su funeral en abril de 2005, asistieron muchos jefes de Estado, diversos líderes de religiones mundiales. Podríamos decir que la humanidad estuvo representada en aquellas exequias, uno de los gestos que nadie se esperaba, fue el saludo entre los mandatarios de Israel, Iran y Siria.
