lunes, 19 de septiembre de 2011

Elegías a la ausencia… (I)


I
Solo puedo escuchar el silencio,
el silencio que nace de tu sombra.
Estoy rodeado de universos,
de mundos que me asombran.

Hay tanto viento, tanto frio,
las estrellas pintan las montañas
en  el lienzo que ha dejado tu vacio.

La noche es un pañuelo
donde limpio las lágrimas del olvido.
Mis lágrimas, dulces como un buñuelo,
son la miel de castigo, mi corona de olivo.

Es tan inmenso, tan grande el espacio
que dejaste en este adolorido corazón,
no encuentro un motivo, tan solo
creo que me aferro a tu bella ilusión.

Los pájaros ya no cantan su canción,
mientras las estrellas apagan su luz.
Tan solo recuerdo tu mirada de pasión.
 
Escucho tu voz a la distancia,
distante y perdida en la lejanía.
Nos divide un muro de cerros,
nos une la letra inicial
y la letra final
de esta tosca elegía.

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