sábado, 26 de enero de 2013

De lámparas sin fe…



La pasada semana ha sido muy extraña, empezando por los tres empates de la selección de futbol guatemalteco en Costa Rica, contra sus similares, la poderosa Belice (Que nos tiene en vela, ya que al igual que Judas ha cambiado sus reglas de consulta popular), la temible Nicaragua y  la potente Costa Rica. El invicto siguió durante tres partidos y nos topamos por sorteo, contra Panamá; perdimos, cuando antes, me recuerdo que Guatemala se daba el lujo de golear a Panamá.

En nuestro congreso, una diputada, le armó un show a un diputado, un viejo dinosaurio político. Una “lamparita” que tire pulsos eléctricos, con esto puedo confirmar, si usted quiere ser aliado del partido LIDER, de Manuel Maldizión, el primer requisito aparte de  mentir, es ser un payaso, ya que en ese partido, se encuentran la mayoría de los payasos de la política nacional. Me aterra saber que si las cosas son como son en Guatemala, es debido a que al segundo lugar de unas elecciones presidenciales, le toca la guayaba al siguiente turno. Maldizión ya se hace presidente. ¿Qué puede ser más populista que prometer llevar a Guatemala a un mundial?  ¿Dónde queda la fe de Guatemala?

Hablando de lámparas, he podido leer un “tesoro” de la literatura nacional. El llamado “Manifiesto X”. Quiero insistir que creo en este país y me siento orgulloso de poder escribir en él. Mario Vargas Llosa mencionaba en su discurso ante la academia sueca, que existen escritores que son extraordinarios pero que por suerte se mantienen en el anonimato, y si bien les va, serán reconocidos post mortem. Al analizar las líneas del dicho manifiesto, veo con tristeza el resentimiento que reina en el corazón del autor, en donde con un elegante lenguaje escatológico, viene a convocar a todos sus contemporáneos, a escribir con lo que se les pegue la gana. Quizás tenga mis propias ideas, pero creo que la poesía se debe escribir con la cabeza, con el corazón, ya que no solo se trata de sentimientos, si no de inteligencia. En “La Civilización del Espectáculo” Vargas Llosa anuncia que la cultura está muriendo, si no es que ya murió. Me parece que aquella tesis, que si la cultura no es divertida, no es cultura, con los escritores de la generación X se cumple.

¿Con qué autoridad viene el autor del manifiesto a tachar, a profanar, a dañar novelas, poesía y autores que han dado a Guatemala gloria, que han elevado la literatura nacional a niveles universales?

¿Quién se cree para venir a hablar de grupos literarios que manejan los destinos de los distintos escritores, cuando casi 15 años después de su manifiesto, nuestra literatura está a la sombra de ellos? Ellos se han convertido en ese grupo. Con una literatura de la altura de Nuestro Diario, con su sadismo, pesimismo, su poco valor literario y ahora, en las calles de mi ciudad, con su vandalismo. ¿Por qué se atreve a llamar obras cumbre de la literatura nacional “(…) miles de mierdas similares. (…)”?
Durante las pasadas semanas, un grupo de intento de poetas, se han dado a la tarea de pintar en distintas paredes de casas y edificios locales, versos de Payeras, versos de distintos poetas. ¿A dónde va la poesía? A convertirse en un bien de consumo como todo lo que está reinando en este mundo. Me niego a participar de ello. Creo en la poesía como una forma de cambiar la mentalidad de las personas, como un arma para sensibilizar a los hombres. De admirar la belleza de las cosas. Si hablamos de realidad, lo que ellos llaman realidad, debemos ver que esa poesía es reflejo de la situación de un país, que ha perdido la fe.

La fe no está presente en este artículo,  creo en una fuerza divina, creo en Dios, eso me permite tener fe en este país. Un corazón sin fe, es un corazón muerto que sólo va a ver lo malo, lo destruído y lo terrible de nuestra sociedad. Me gustaría saber que piensan los X, de las distintas cumbres literarias. Si prefieren comprar libros a cajas de cerveza. Respeto las distintas libertades de redacción. Pero me aferro a la poesía como un arte, pero ellos convierten la poesía en un producto, que no trasciende la vida del autor. Quizás para que me entiendan, son las masturbaciones que producen un placer instantáneo, pero que lleva a la frustración por  no poder tener el contacto íntimo con otro persona. (Yo también puedo escribir a lo Bukowski).  

Tengo fe en que pronto, una lámpara pondrá orden en las letras de mi país. Tengo fe en que algún día iremos al mundial. Tengo fe en la poesía. Pero no tengo fe en lo que representa la generación X. La poesía al igual que las ideas, no mueren. El repello en las paredes se cae. Nunca llegarán a quedarse grabados a fuego en el corazón de los lectores, con Asturias que, permito recordarles es PREMIO NOBEL DE LITERATURA, no llegarán a ser tan irónicos y magistrales como Augusto Monterroso.
El país necesita pensar en positivo, sensibilizarse ante la muerte de las personas que ocurre día a día. ¿Cómo podremos sentir el fallecimiento de las personas, si nuestro corazón se endurece como un árbol? (Me atrevo a prestar el verso de una alumna mía que me ha impactado y hecho meditar respecto a este tema). Es hora de avanzar, de dejar abandonados los rencores, de perdonar. De recordar y admirar la grandeza de esta Nación, en la cual hemos nacido y la cual hemos elegido para subsistir. Dos pensamientos finales, el primero de Cortázar: En literatura no hay temas buenos ni temas malos, hay tan sólo temas bien o mal tratados.” Esto respecto al pesimismo, a la escuela de Bukowski. El segundo de Pío Baroja: “La literatura no puede reflejar todo lo negro de la vida. La razón principal es que la literatura escoge y la vida no”.  ¿A dónde apunta entonces la fe en la literatura de cada quièn? Cada corazón lo conoce, solo externé mi opinión y mi indignación al trato de joyas de la literatura nacional.

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