martes, 28 de julio de 2015

MARTIRIO

Quisieron callar al cantor,
con balas asesinas,
con blanco al corazón.

Quisieron engendrar
tanto rencor,
pero ellos resistieron
con mucho tesón.
Mutilaron a los árboles,
descoloraron las flores…
Y aún así no destruyeron
los ideales,
ni mataron el color
y el olor de los claveles.
Martirio
             de poetas,
                        de maestros y maestras,
martirio
            de hijos,
                        de hijas,
                                   de padres y madres…
¡Martirio de un pueblo con nobleza!
Que en silencio resistió cual fortaleza…
Y al ocaso de la muerte,
                        la victoria de la vida,
quedo en una ilusión nada más,
pues con muchas balas perdidas…
¡La muerte destruye demasiadas familias!
Nuestros ríos se tiñen
                         de la sangre
de hijos de volcanes…
Mientras lloran
con demasiada hambre
de justicia y de amor,
que son sus ideales.
Pero no se rendirán,
            no se dejaran vencer,
                        pues al nacer el sol cada día,
este pueblo aguerrido y necio,
recupera aire,
                        de melancolía,
                                   para observar el firmamento.
Los ojos de mi patria,
dejaran de llorar,
pues sus hijos motivados,
                        no descansaran,
hasta lograr en esta tierra,
                                               descansar…

Por qué el descanso de los mártires,
será vivir en paz, sin muertes ni homicidios…
Vivir, vivir con alegría y sin temores
de que algún desalmado, los vuelva a traicionar…                    

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