LAS COSAS QUE EMPIEZAN.
La rueda del destino giraba veloz frente a los concentrados ojos de las
tres hermanas. Los ojos pacientes, serenos y firmemente entrenados que
llevaban siglos haciendo lo mismo se debatían entre millares de
opciones. No llegaban a un acuerdo; las Moiras: Lakesis, Atropos y Cloto
eran intratables, incuestionables, y solo entre ellas se podían hacer
alguna mella o defensa. Por eso, en su morada se debatían los destinos
de toda la humanidad y de las vidas de los hombres que caminaban sobre
la faz de la tierra...
Y por debajo de ella...
-Él lo tiene todo...- dijo una de ellas, Atropos.
Hablaban con voces poderosas...
-Lo sé- agregó Cloto, la más fuerte de todas-. Por eso es nuestro deber mover su destino...-
Lakesis y Atropos observaban como Cloto sostenía a los hilos de una persona en común, ese ser estaba siendo (sin saberlo) puesto al fondo de una prueba inmensa. El humano, un hombre del nuevo mundo, vivía en un lugar en donde la Luna brillaba tan fuerte que la luz penetraba los corazones de la gente y los hacía experimentar alegrías indescriptibles y cambios vertignisos. Ellas, tomando en cuenta esto, deliberaban...
-¿Qué sería si sigue con ella?- preguntó Lakesis- ¿Abogado? ¿Juez? ¿Es eso lo mejor?-
-No lo veo bien...- respondió Cloto-... Es futuro, es borroso-
-Me gustaría que la dejara...- intervino Atropos-... Ella no es buena para él. Aunque no sé, puede que sea un buen destino-
Cloto miró a sus dos hermanas, intrigada... Estaba empezando a considerar la opción. Pero como Moira, estaba consciente de que solo era la simple parte de un tercio. Por eso...
-Votemos- dijo- ¿Eleazar Molina seguirá con esa mujer o la dejará? Su destino dependerá de ello...-
Y por debajo de ella...
-Él lo tiene todo...- dijo una de ellas, Atropos.
Hablaban con voces poderosas...
-Lo sé- agregó Cloto, la más fuerte de todas-. Por eso es nuestro deber mover su destino...-
Lakesis y Atropos observaban como Cloto sostenía a los hilos de una persona en común, ese ser estaba siendo (sin saberlo) puesto al fondo de una prueba inmensa. El humano, un hombre del nuevo mundo, vivía en un lugar en donde la Luna brillaba tan fuerte que la luz penetraba los corazones de la gente y los hacía experimentar alegrías indescriptibles y cambios vertignisos. Ellas, tomando en cuenta esto, deliberaban...
-¿Qué sería si sigue con ella?- preguntó Lakesis- ¿Abogado? ¿Juez? ¿Es eso lo mejor?-
-No lo veo bien...- respondió Cloto-... Es futuro, es borroso-
-Me gustaría que la dejara...- intervino Atropos-... Ella no es buena para él. Aunque no sé, puede que sea un buen destino-
Cloto miró a sus dos hermanas, intrigada... Estaba empezando a considerar la opción. Pero como Moira, estaba consciente de que solo era la simple parte de un tercio. Por eso...
-Votemos- dijo- ¿Eleazar Molina seguirá con esa mujer o la dejará? Su destino dependerá de ello...-
Que siga. La divinidad no puede tomar un sentido paternal sobre su creación. El libre albedrío es la máxima expresión de dedicación hacia alguna persona.
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