Eres herencia de mi
abuelo,
el sueño de mi padre,
eres el suspiro
al compas de la radio
de mi madre.
el sueño de mi padre,
eres el suspiro
al compas de la radio
de mi madre.
Eres la pregunta
eterna
y la respuesta ambigua.
Eres una parte mía,
un sentimiento,
mi corazón.
y la respuesta ambigua.
Eres una parte mía,
un sentimiento,
mi corazón.
Tu y yo,
somos el corazón
en eterno movimiento,
entendemos de pasión.
somos el corazón
en eterno movimiento,
entendemos de pasión.
Somos hijos de los
sueños truncados,
somos las estrellas que rodean a la luna,
somos la gloria tardía y siempre presente,
de la sangre del pasado,
del martirio olvidado.
somos las estrellas que rodean a la luna,
somos la gloria tardía y siempre presente,
de la sangre del pasado,
del martirio olvidado.
Somos hijos que
nacieron en occidente,
somos nietos de los ideales libertarios,
somos hombres de maíz y chocolate,
mientras nos vestimos
con el carmín de la sangre.
somos nietos de los ideales libertarios,
somos hombres de maíz y chocolate,
mientras nos vestimos
con el carmín de la sangre.
Somos hijos de los
sueños truncados,
somos la esperanza que nace con la muerte,
somos un solo espíritu,
un solo corazón,
somos un pueblo, que quiere salir campeón.
somos la esperanza que nace con la muerte,
somos un solo espíritu,
un solo corazón,
somos un pueblo, que quiere salir campeón.
Serás mi herencia al
futuro,
el recuerdo de mis hijos y su pasado,
la noche aquella de sábado,
donde verán al Xelaju Mario Camposeco,
salir a ganar, salir a luchar,
salir a soñar.
el recuerdo de mis hijos y su pasado,
la noche aquella de sábado,
donde verán al Xelaju Mario Camposeco,
salir a ganar, salir a luchar,
salir a soñar.
Para que con el paso
del tiempo,
seas en los labios de mis hijos,
el suspiro en el estadio
y tu bandera mi epitafio.
seas en los labios de mis hijos,
el suspiro en el estadio
y tu bandera mi epitafio.
Porque a pesar de las
derrotas,
de los robos y tristezas,
las alegrías y victorias,
se nos hacen eternas.
de los robos y tristezas,
las alegrías y victorias,
se nos hacen eternas.
Somos un pueblo que
sueña,
y tú, aguerrido amor,
haces vida esa ilusión.
¡Vamos Xelaju!
¡Vamos Xelaju!
¡Eres la herencia de mi padre!
¡El sueño de mi abuelo!
¡Quiero verte campeón!
y tú, aguerrido amor,
haces vida esa ilusión.
¡Vamos Xelaju!
¡Vamos Xelaju!
¡Eres la herencia de mi padre!
¡El sueño de mi abuelo!
¡Quiero verte campeón!
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